Recientes situaciones colocan a Facebook en un momento de alarmas. Todo comenzó con las declaraciones de Christopher Wylie, un especialista en programación que trabajó para Cambridge Analytica.
¿Conflicto político o informático?
En una entrevista concedida a The Washington Post, Wylie narró cómo la empresa de Inglaterra, llamada Cambridge Analytica, había obtenido datos de 50 millones de personas que usan Facebook. Señalando que dichos datos se usaron para influenciar la campaña electoral de Estados Unidos en el 2016. Campaña donde Donald Trump era el candidato por el partido republicano.
Pero, ¿cómo sabía Wylie todo esto? Cambridge Analytica le encargó una tarea especial a Wylie. Consistía en crear una app que se llamó This Is Your Digital Life (Esta es tu vida digital). La app permitía obtener información de los usuarios que la descargaban desde Facebook. Para completar este encargo, Wylie decidió contactar al profesor ruso de la Universidad de Cambridge: Alexander Kogan (desarrollador web que lo ayudaría). Gracias a esta aplicación, alojada en Facebook, Cambridge Analytica logró recoger datos de 50 millones de personas aproximadamente.
Sin embargo, hasta ese momento, los datos obtenidos a través de la app serían solo para uso comercial, y no con fines políticos.
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Todo cambió cuando Cambridge Analytica decide utilizar estos datos para crear campañas políticas e influenciar las elecciones de Estados Unidos a favor de Donald Trump. Acciones que supuestamente fueron impulsadas por el gobierno de Rusia, de acuerdo a informaciones sin verificar. En las palabras de Wylie: “Se crearon mensajes para atacar los demonios internos de las personas que podrían tener inclinaciones hacia el partido republicano”.
Y entonces, ¿qué tienen que ver Facebook y Mark Zuckerberg en todo esto?
La situación se hace más tensa cuando el Congreso de los Estados Unidos decide interpelar de manera pública al CEO de Facebook. ¿La razón principal? Falta de protección de los datos de los usuarios de Facebook. A esto Zuckerberg respondió: “Tenemos la responsabilidad de proteger sus datos, y si no podemos no merecemos servirles. He estado trabajando para entender exactamente lo que pasó y cómo asegurarme de que esto no vuelva a suceder”. Sin embargo, esta respuesta no fue satisfactoria para algunos congresistas.
A Zuckerberg, aún le queda por demostrar que las fallas no están en Facebook, sino en las facilidades que tienen algunos proveedores de servicios (como Cambridge Analytica) de obtener datos de las personas. Actividad que el mismo Zuckerberg, ha calificado de fraudulenta. Aunque, recientemente, Facebook ha realizado actualizaciones en su API para proteger algunos datos, e incluso permite a los usuarios de la red social verificar cuáles aplicaciones tienen acceso a su Facebook personal.
Esto va para largo
No obstante, aún queda mucho por revelar, pues no se ha determinado la ilegalidad de las acciones de Cambridge Analytica, ni cuáles serán sus penalidades. La situación se coloca en un panorama oscuro. Hasta los momentos, el FBI mantiene su posición de que los resultados de las elecciones del 2016 en Estados Unidos fueron manipulados. Lo que podría desencadenar un grave estancamiento en el gobierno de Donald Trump. Adicional, una revisión internacional, en el vacío legal que existe sobre el uso y almacenamiento de datos a nivel masivo, conocido como Big Data.