Carece de importancia si eres o no fanático de las películas de desastres naturales o pos apocalípticas. La verdad es que si nuestra agresión hacia el planeta continúa como va, no falta mucho para que vivamos en un mundo muy parecido al que nos muestran Mad Max, Waterworld o 2012. Por eso, las grandes compañías, entendieron que hablar del medio ambiente, no solo vende, sino que les da mayor credibilidad y visibilidad. Es donde el marketing ambiental toma validez para humanizar marcas y también gente.
Compromiso empresarial
Hace algunos años, el marketing ambiental no era tan fuerte. Ahora el cambio climático está por doquier. Los medios de comunicación le dan más cobertura al tema y los consumidores son más conscientes (o al menos eso parece) de su importancia e inevitables consecuencias.
“Si vemos un crecimiento continuo del interés público por el clima y el consumo, posiblemente estemos allanando el camino para la obtención de compromisos bastante ambiciosos”. – Laura Wellesley, Investigadora en el Departamento de Energía, Medio Ambiente y Recursos (EER) en Chatham House.
Grandes empresas como Bimbo, H&M y P&G, la tienen clara hace tiempo. Desde 2010, Bimbo lleva a cabo iniciativas, proyectos y acciones para disminuir los indicadores de energía de su producción. Por su parte, H&M no solo colabora con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), sino que en 2020 utilizarán algodón orgánico y reciclado para sus prendas (iniciativa Better Cotton).
Las plantas de P&G, por ejemplo, funcionan con energía renovable y sus productos son elaborados a partir de materiales reciclados, logrando reducir los desechos de manufactura en un 100%. ¡Super! También tienen mención honorífica en esta categoría, marcas como Femsa, Coca-Cola, Cemex y Walmart, por mencionar algunas.
Las redes sociales y el marketing ambiental
Un estudio de Global Data demostró que en las altas gerencias, el tema con mayor prominencia es el cambio climático. Lo cual, ha impactado de manera clara, las decisiones operativas de muchas organizaciones. Incluyendo el diseño de los productos y por supuesto, el marketing.
¿Cómo fusionar entonces el cambio climático y marketing digital? Las marcas han usado las redes sociales como una oportunidad de innovar sus modelos de negocios y transmitir su visión de sostenibilidad, tanto para lucrarse (hay que decirlo) como para educar a los públicos.
En 2020, el cambio climático fue una de las tendencias más fuertes en temas de contenido y hay que usar las plataformas digitales, junto a todos los formatos que nos permitan, como un poder transformacional para influir en el comportamiento de la gente.
Crear contenido concientizado, amigable, compartible, llamativo y competitivo acerca del cambio climático, será un reto para el talento creativo de las agencias y equipos publicitarios. Así como se crea contenido generacional, también será obligatorio, añadir contenido relacionado con el cambio climático.
Esta dinámica ambiental obligará a los publicistas a no solo tomarse en serio el tema, sino buscar la manera de incluir mensajes contundentes y asertivos. Las marcas tendrán que hacer eco de campañas, organizaciones y personas que sean rostros y ejemplos positivos a favor del planeta. Quizá cambiar a los “influencers” comerciales, por los sociales. Apoyándose en el uso de herramientas y tecnologías como la realidad virtual, aumentada e inteligencia artificial, sin caer en la incoherencia o doble discurso. Ahí está el mayor reto en la generación de credibilidad empresarial y publicitaria.
¿Moda o convicción?
El verdadero ejercicio, tanto como marcas y usuarios, es entender que abanderar mensajes acerca del cambio climático es una verdadera necesidad, más que una tendencia en sí, más que un discurso de Greta Thunberg o las propuestas de Green New Deal.
Así que adoptemos, primero en nuestros valores personales y luego en los profesionales, una posición genuina sobre el cambio climático, que nos permita seguir ejerciendo una presión social que exija medidas para frenar la crisis climática. Pensándolo a largo plazo y no como una propensión de fin de año.