Todos somos diferentes. Colores, identidades, géneros, etcétera. Teniendo esto en cuenta, lo que hagamos con nuestras estrategias también debe serlo. El marketing inclusivo alcanza más personas, lo que significa mayor empatía y mejores resultados. Para contar historias, cada vez es más valorada la diversidad. Un mundo plural tiene más alcances.
Las audiencias están cansadas que no se les tome en cuenta en las representaciones publicitarias. Siempre vemos lo mismo en las pautas digitales y sabemos que esto no es real. El marketing inclusivo busca cambiar eso. Adaptar las estrategias a un panorama más adecuado y acorde a nuestro día a día.
De acuerdo al conglomerado de medios Nielsen, el 43% de los 75 millones de Millennials en Estados Unidos que se identifican como afroamericanos, hispanos o asiáticos, piensa que, si una marca “no tiene una estrategia multicultural, no tiene una estrategia de crecimiento”.
Las representaciones son importantes, pero representaciones que entiendan de verdad la importancia de la inclusión. Los estereotipos son la forma más rápida de demostrar que no entiendes a los usuarios y recae en ello la importancia de crear un marketing inclusivo.
¿Cómo hacer marketing inclusivo para tu marca?
1. Estudia el comportamiento interno y externo
No se trata solo de ver hacia afuera, tenemos que analizarnos como marca para determinar nuestras falencias. Un estudio de nuestro comportamiento traza las vías para empezar un análisis exterior. No conviertas al marketing inclusivo en una forma de sacar provecho de algún grupo social. Hazlo parte de la identidad de tu marca.
No se trata de incluir a todas las poblaciones en una misma campaña, esto no es una cuota que se debe cubrir para ser incluyente. Meter a la fuerza a todos en una misma publicidad no es una forma genuina de trabajar, por el contrario, las audiencias podrían interpretarlo como una apuesta para tomar el “tren de la diversidad”.
2. El tono y el lenguaje lo son todo
La columna vertebral de nuestro contenido es el tono, de qué forma expresamos lo que queremos decir. Se aconseja que sea lo más respetuoso posible. Todo comunica: los colores, las letras, las formas, las imágenes. Estos componentes deben estar alineados a la verdadera intención, ser inclusivos.
El lenguaje incluye las palabras, frases, símbolos o metáforas utilizadas para describir algo. El lenguaje tiene un poder inmenso: puede profundizar el entendimiento y fortalecer las relaciones, puede confundir o incluso causar daño. Es una práctica importante considerar cuidadosamente cada palabra, símbolo o frase, no sólo lo que las palabras dicen, sino también cómo y dónde se colocan.
3. Representatividad
Tomar en cuenta a los distintos grupos va más allá. Es ver desde los niveles socioeconómicos hasta las diferencias culturales. Es un hilo que va tejiendo un entramado de características que enriquecen a las poblaciones. Aunque se parece al primer punto, porque también se trata de un análisis exterior. Este se diferencia en la profundidad, en evaluar comportamientos y maneras para que, nuevamente desde el respeto, poder abrazarlas y mostrarlas.
Todos podemos liderar y valorar con respeto el marketing inclusivo, siendo conscientes de los matices, el contexto histórico y la cultura. Lo ideal es buscar orientación y opiniones diversas, educarse antes de generar algún contenido que reste valor a nuestras propuestas. Siempre hay que ver la intención y el impacto de lo que queremos hacer.
En conclusión
Antes de hacer una campaña de marketing inclusivo pregúntate: ¿refleja esto a la sociedad? ¿Estoy elevando estas voces? O, por el contrario, ¿estoy incurriendo en estereotipos?
El marketing debe resolver necesidades, crear diseños que sean para todos y no para “las mayorías”. Es imprescindible generar este cambio que nos hará más realistas ante un mundo donde todos somos distintos. No es solo hacerlo por hacerlo y ya, se trata de dar ejemplo para la construcción de un futuro donde las marcas puedan alcanzar genuinamente a todas las personas y que estas logren identificarse realmente. Diversidad hay bastante ¿por qué no usarla?
